8 pautas para la limpieza en cubas
de ultrasonidos
Consejos sobre la limpieza de instrumental
en la clínica dental
La limpieza correcta del instrumental y de los equipos dentales es fundamental para el éxito de todo el proceso de esterilización. Es necesario recordar que un instrumento que no se limpie adecuadamente, aunque esté esterilizado, puede ser un vehículo de contaminación cruzada, ya que la materia orgánica presente en dicho instrumento inhibe la acción del agente esterilizante.
Antes de que se generalizara el uso de cubas de ultrasonidos y termodesinfectadoras y, por tanto, el lavado mecánico del instrumental, el personal tenía que limpiarlo a mano, con la consiguiente pérdida de tiempo, energía y riesgos potenciales para los trabajadores. En la actualidad, el lavado mecánico representa un importante avance en las prácticas de esterilización, ya que limita el riesgo de contaminación cruzada y de lesiones percutáneas, protegiendo a los trabajadores de accidentes graves y complicaciones. De hecho, las lesiones por objetos punzantes representan la situación más peligrosa para los trabajadores sanitarios, por lo que siempre es necesario garantizar el uso de productos seguros y limitar al máximo la manipulación de instrumental quirúrgico.
8 cosas que debe hacer con su cuba de ultrasonidos
Hay al menos ocho procedimientos idóneos que toda clínica dental debería adoptar para garantizar la limpieza correcta del instrumental:
1. Utilizar agua a la temperatura adecuada
Se trata de una medida muy importante por dos grandes razones: por un lado, utilizar agua a más de 40°C provoca que la sangre se coagule, dificultando su eliminación; por otro lado, utilizar agua demasiado caliente puede provocar la desnaturalización del detergente enzimático o un aumento de la carga bacteriana en lugar de su eliminación. Por tanto, si se utiliza una cuba de ultrasonidos con una temperatura del agua superior a 40°C, no se recomienda sumergir los instrumentos manchados de sangre.
2. Prestar atención al detergente utilizado y a su dilución
En relación con la elección del detergente, siempre conviene evitar el uso de ácido peracético porque puede estallar con la cavitación y porque los humos pueden ser peligrosos para el trabajador. En cualquier caso, siempre es conveniente seguir con precisión las instrucciones de uso del fabricante (IFU) del equipo de ultrasonidos y del detergente. Si el detergente no está bien diluido, se corre el riesgo de dañar el instrumental o de no limpiarlo correctamente y no descontaminarlo a la perfección, aumentando la posibilidad de contaminación cruzada en caso de lesiones percutáneas accidentales durante su secado o el acondicionamiento.
3. Cambiar la solución todos los días
A veces puede ser necesario hacerlo varias veces al día, pero como mínimo debe hacerse una vez al día. Si abre la tapa de la cuba de ultrasonidos y el agua está turbia o no puede ver el fondo de la cuba, es el momento de cambiarla. Los instrumentos que se sumergen suelen estar manchados de sangre u otros residuos, por tanto, si se sumergen en agua que no está completamente limpia, es poco probable que salgan limpios. Por lo tanto, le recomendamos comprobar el agua a lo largo del día y cambiarla cuando sea necesario.
4. Probar la cuba de ultrasonidos
No es suficiente suponer que la limpieza con ultrasonidos funcionará, es necesario probarlo regularmente. Es conveniente realizar diariamente un test Soil, es decir, una prueba para comprobar la capacidad de limpieza de la cuba de ultrasonidos. La sustancia de ensayo simula la sangre humana y los restos de tejido que pueden depositarse en el instrumental. La eficacia de la cuba de ultrasonidos puede confirmarse si, una vez finalizado el ciclo de limpieza, se elimina la sustancia de prueba aplicada previamente al instrumental.
5. Realizar un ciclo en vacío antes del uso
Es esencial saber que el baño de ultrasonidos debe realizarse al menos una vez sin instrumental, siguiendo las recomendaciones proporcionadas en los manuales de usuario del fabricante. Esta fase se denomina desgasificación y su objetivo es optimizar el proceso de cavitación y limpieza mediante la eliminación de pequeñas partículas de aire presentes en la solución de lavado. Este paso es totalmente indispensable para una buena propagación de las ondas sonoras en el líquido de lavado. Es importante realizar la desgasificación cada vez que se cambien los líquidos, poniendo en funcionamiento el aparato solo con la solución durante unos 10-15 minutos.
6. Trabajar con seguridad
Cuando se realicen los trabajos de lavado, la limpieza de la unidad y el cambio de la solución de limpieza, se recomienda llevar un equipo de protección individual adecuado, que incluya gafas y un par de guantes de nitrilo. Además, es importante que el trabajador utilice siempre la tapa para protegerse de los aerosoles y las salpicaduras. De esta forma se protegen tanto el dispositivo como el entorno de la propagación de humos, vapores y ruidos excesivos. De hecho, la tapa absorbe el sonido, ya que está realizada de un plástico especial que amortigua el ruido producido por las ondas ultrasónicas.
7. No colocar el instrumental en el fondo de la cuba
Colóquelo siempre de forma directa (en los cestillos) o indirectamente (dentro de los cubiletes). De hecho, existen dos métodos de limpieza ultrasónica:
- Directo: tiene la ventaja de ser sencillo y permitir una limpieza eficaz. La solución de limpieza se vierte en la cuba (solo se puede utilizar una solución a la vez) y el instrumental se coloca en el cestillo perforado o suspendidos. La suciedad se depositará en el fondo de la cuba.
- Indirecto: Está especialmente indicado para lavar instrumentos pequeños, como fresas o prótesis. La cuba se llena con agua y una solución de limpieza para mejorar la cavitación. Con el soporte de cubiletes correspondiente, es posible introducir diferentes soluciones de limpieza en los vasos, de modo que incluso diferentes tipos de instrumentos se pueden lavar con ultrasonidos, escogiendo la solución en función del tipo de residuo que se desee eliminar. La suciedad se quedará en el cubilete.
8. Prestar atención al tipo de instrumental que se va a introducir
Para una mayor eficacia del dispositivo, es importante no introducir demasiados instrumentos y asegurarse de que siempre estén completamente sumergidos. No introduzca instrumentos que contengan siliconas o materiales plásticos y sobre todo aquellos que se hayan ensuciado con estas sustancias, ya que estos materiales absorben las vibraciones e impiden que el resto de los instrumentos se limpien correctamente. En concreto, no sumerja: espejos dentales, motores, componentes mecánicos, fresas de diamante, instrumentos de fibra óptica y elásticos.
Lavado con ultrasonidos: un paso fundamental
del proceso de esterilización
El baño de ultrasonidos es una herramienta de limpieza muy útil en el sector dental. En el instrumental odontológico se acumulan varios residuos, tanto inorgánicos como orgánicos (biocarga) y es obligatorio eliminar estas impurezas antes de la esterilización, ya que los restos de suciedad pueden disminuir la eficacia del proceso de esterilización. Ante la presencia de una gran cantidad de biocarga, la fuerza del vapor podría no ser suficiente para alcanzar la parte más interna, por lo que la esterilización resultaría incompleta. Por consiguiente, la limpieza es, sin duda, un momento fundamental del proceso de esterilización, por lo que es necesario centrarse cuidadosamente en ella y realizarla llevando los EPI adecuados.